primeros auxilios
Los primeros auxilios consisten en la atención inmediata que
se le da a una persona enferma, lesionada o accidentada en el lugar de los
acontecimientos, antes de ser trasladado a un centro asistencial u
hospitalario. Los primeros auxilios son limitados a los conocimientos de la
persona que lo aplica, por esto el socorrista no debe pretender reemplazar al
personal médico o profesional paramédico, pueden ser de primera instancia o de
segunda instancia.
Por ejemplo, si encontramos a alguna persona inconsciente o
con sospecha de haber recibido una descarga eléctrica o electrocución, la
persona que la atenderá debe estar segura que no le va a ocurrir lo mismo. Debe
revisar que la zona sea segura. Si hay alguien más en el lugar del accidente,
debe darle instrucciones para solicitar los servicios de emergencia, dando los
siguientes datos:
Proporcione número
telefónico desde el cual se está llamando, si se conoce.
Proporcione
ubicación del lugar donde se encuentra la víctima.
Describir el tipo
de urgencia que está experimentando la víctima.
Describa el tipo
de ayuda que se está proporcionando.
Dé su nombre
Diga qué otro tipo
de ayuda que necesita: Bomberos, policía, etc.
A continuación se hace la valoración del paciente.
Evaluación
primaria del paciente.
Valoración de la
consciencia: se preguntará a la víctima cómo está, cómo se encuentra. Si
contesta, es símbolo inequívoco de que respira y tiene pulso. En caso que no
conteste, pellizcar levemente en los hombros; si reacciona, seguir la conducta
anterior; en caso de muerte, llamar a los servicios de emergencias cuanto
antes. Una manera rápida de valorar la conciencia es determinar si responde o
no.
Alerta. Está
despierto, habla.
Verbal.
Responde al llamado, cuando alzamos la voz y lo llamamos ¿Cómo está?
Dolor.
Responde al dolor, le pellizcamos y reacciona con gestos o gruñidos.
Inconsciente.
No responde.
Valoración
neurológica mediante la escala de Glasgow: evaluación de la respuesta motora.
Tiene los ojos abiertos.
Nunca. 1
Sólo al
estímulo doloroso. 2
Con
estímulo verbal. 3
De manera espontánea. 4
Respuesta
verbal.
Sin
respuesta. 1
No
comprensible. 2
Incoherencia. 3
Habla
desorientado. 4
Habla
orientado. 5
Respuesta
motora.
Sin
respuesta. 1
Extensión
ante el estímulo. 2
Flexión
anormal. 3
Retira
ante estímulos dolorosos. 4
Localiza
el estímulo doloroso. 5
Obedece las órdenes. 6
Valoración de la escala:
15
puntos: paciente en estado normal.
15-14
puntos: traumatismo generalizado.
13-9
puntos: politraumatismo.
Inferior
a 9 puntos: traumatismo craneoencefálico grave.
Valoración de la
respiración. Nos acercaremos a la boca de la víctima con la mejilla e
intentaremos sentir el aliento a la vez que dirigimos la mirada al tórax (si
respira se moverá). Es importante destacar que en caso de que exista
respiración, hará falta explorar el pulso ya que puede o no tenerlo.
Ver: Miramos
el tórax, se eleva o no, si se eleva y baja respira.
Escuchar: Con
el oído escuchamos el sonido de la respiración.
Sentir: Con los
dedos índices y medio sentimos el pulso carotídeo (a un lado de la tráquea) de
la víctima.
Activar el sistema
médico de emergencias o urgencias.
Valoración del
pulso. Existen múltiples lugares donde buscarlo, se divide en dos grupos:
Pulso central
Las
arterias carótidas, situadas a ambos lados de la nuez de Adán en una pequeña
depresión, en la garganta; para sentirlo presionar levemente con los dedos
índice y mayor, nunca con el pulgar (sentiríamos nuestro propio pulso). Las
arterias femorales, situadas en la región inguinal, en la raíz del muslo.
Sentiremos el pulso en nuestros dedos.
Pulso
periférico
Otros
lugares para identificar el pulso pueden ser las arterias radiales, en la cara
externa de la muñeca. Menos recomendables ya que en caso de accidente y pérdida
del conocimiento, la sangre se redistribuye hacia los órganos vitales, y no a
las extremidades por lo que a veces este método puede resultar engañoso.
En caso de no
encontrar pulso, iniciar el masaje cardíaco, es decir la reanimación
cardiopulmonar RCP.
Según las nuevas pautas del European Resuscitation Council
(ERC) que se publicaron en 2010 el pulso no es un criterio para decidir sobre
empezar la reanimación cardiopulmonar. En lugar de eso, la respiración es más
importante porque es más fácil verificar si una persona respira.1 Además dicen
estas Guías que los reanimadores entrenados deberían también proporcionar
ventilaciones con una relación compresiones-ventilaciones (CV) de 30:2. Para
los reanimadores no entrenados, se fomenta la RCP con sólo compresiones
torácicas guiada por teléfono.
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