primera ley de la termodinamica
El primer principio de la termodinámica o primera ley de la
termodinámica1 es un principio que refleja la conservación de la energía en el
contexto de la termodinámica. Más específicamente el principio se puede
formular como:
En un sistema
cerrado adiabático (que no hay intercambio de calor con otros sistemas o su
entorno, como si estuviera aislado) que evoluciona de un estado inicial A a otro estado final B, el trabajo realizado no
depende ni del tipo de trabajo ni del proceso seguido.
Más formalmente, este principio se descompone en dos partes;
El «principio de
la accesibilidad adiabática»:
El conjunto de los estados de equilibrio a los que puede
acceder un sistema termodinámico cerrado es, adiabáticamente, un conjunto
simplemente conexo.
Y un «principio de
conservación de la energía»:
El trabajo de la conexión adiabática entre dos estados de
equilibrio de un sistema cerrado depende exclusivamente de ambos estados
conectados.
Este enunciado supone formalmente definido el concepto de trabajo
termodinámico, y sabido que los sistemas termodinámicos sólo pueden
interaccionar de tres formas diferentes (interacción másica, interacción
mecánica e interacción térmica). En general, el trabajo es una magnitud física
que no es una variable de estado del sistema, dado que depende del proceso
seguido por dicho sistema. Este hecho experimental, por el contrario, muestra
que para los sistemas cerrados adiabáticos, el trabajo no va a depender del
proceso, sino tan solo de los estados inicial y final. En consecuencia, podrá
ser identificado con la variación de una nueva variable de estado de dichos
sistemas, definida como energía interna. Se define entonces la energía interna,
U U, como una variable de estado cuya
variación en un proceso adiabático es el trabajo intercambiado por el sistema
con su entorno:
Δ U = − W
(W del proceso adiabático)
Cuando el sistema cerrado evoluciona del estado inicial A al
estado final B pero por un proceso no adiabático, la variación de la Energía
debe ser la misma, sin embargo, ahora, el trabajo intercambiado será diferente
del trabajo adiabático anterior. La diferencia entre ambos trabajos debe
haberse realizado por medio de interacción térmica. Se define entonces la
cantidad de energía térmica intercambiada Q (calor) como:
Q = Δ U +
Siendo U la energía interna, Q el calor y W el trabajo. Por
convenio, Q es positivo si va del ambiente al sistema, o negativo en caso
contrario y W, es positivo si es realizado por el sistema y negativo si es
realizado sobre el sistema. Esta definición suele identificarse con la ley de
la conservación de la energía y, a su vez, identifica el calor como una
transferencia de energía. Es por ello que la ley de la conservación de la
energía se utilice, fundamentalmente por simplicidad, como uno de los
enunciados de la primera ley de la termodinámica:
La variación de
energía de un sistema termodinámico cerrado es igual a la diferencia entre la
cantidad de calor y la cantidad de trabajo intercambiados por el sistema con
sus alrededores.
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